Con gran pena y pesar confieso que mis circunstancias personales actuales me han obligado a incluir en mi exquisito vocabulario básico, las horrorosas expresiones " hijo de puta " y "cabrones" para referirme a unas personas determinadas. Las utilizo en masculino, como quien no quiere la cosa y las refuerzo proporcionándoles una entonación ferozmente despectiva.
Por supuesto, no recomiendo su uso a nadie, y menos el abuso injustificado. PEROOOO...
Desde mi cómodo sillón L, propongo que la RAEPI acepte el uso justificado de ciertas palabras no aptas para ser pronunciadas por nuestros delicados labios, siempre y cuando, su uso desdela moderación produzca un efecto terapeútico sobre la persona que actua como emisor de las
mismas. Del receptor, no digo nada, doy por supuesto que se las merece.
P.D " lo que de la boca sale echando chispas, el bolsillo lo ahorra en psicoanalistas"
Leonor de Parma, abusando del efecto despeinado, incluso encrespado, en esta entrada.
mismas. Del receptor, no digo nada, doy por supuesto que se las merece.
P.D " lo que de la boca sale echando chispas, el bolsillo lo ahorra en psicoanalistas"
Leonor de Parma, abusando del efecto despeinado, incluso encrespado, en esta entrada.
Desconocía el refrán pero lo adopto y le pongo un plegatín en el recibidor ...
ResponderEliminarCon lo que me gusta a mi un refrán... me lo apunto!
ResponderEliminarYo tampoco lo conocía.
ResponderEliminarNi yo misma lo conocía, inventando sobre la marcha...
ResponderEliminarMi querida Leonor, esta vez (como casi siempre) también te voy a dar la razón. Con lo que están las cosas, una ya no se desahoga con un simple "hijo de la Gran Bretaña" y hay que que pasar a palabras más fuertes para que no nos reviente el hígado.
ResponderEliminarChio
Jurando en arameo cuando hace falta
Leo!!!! ¿Has intentado un refrán?
ResponderEliminarEsto es una Académica y no Pérez Reverte!
Lo mismo habría que darle parte, que se declaró en rebeldía con Qatar y sólo.
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