1. tr. Conmover el ánimo, causar emoción. U. t. c. prnl.
Hace unos años se puso de moda la sensibilidad y se abrieron las compuertas de océanos de lágrimas: deportistas celebrando victorias y penando derrotas; flamantes ex-ocupantes de cargos públicos, misses (un clásico), agentes de la policía local rescatando un gatito de un árbol ... Cualquier persona que se tenga por sensible tiene que llorar como la zarzamora: a todas horas y por los rincones. En caso contrario no eres nada humana y tienes un pedernal por corazón.
Dejemos a un lado la falta de autocontrol que supone no poder contener las lágrimas en público: la vida moderna comporta reservar muy poquito para la intimidad, y centrémonos en la pintoresca necesidad de rebautizar la realidad: si el nombre hace la cosa, ¿Cambiando el nombre cambia la cosa? ¿Estás más o menos triste cuando lloras o cuando te emocionas? ¿Es llorar una palabrota? ¿La máscara waterproof resiste mejor la emoción o el llanto? ¿Los bebés se emocionan de hambre?
Cuaaaaantas dudas, académicos y académicas, y cuanto trabajo queda por hacer...
A sus pies, como la piel del oso